2005-03-10

Mientras queden poetas

El otro día, comentaba sobre León Felipe, pues bien, gracias a Dios, todavía quedan Poetas, con mayúsculas, y mucho me temo, que el día que desaparezcan, solo nos quede huir, aterrados, sin mirar atrás para no ser convertidos en estatuas de sal.
Gonzalo S
ánchez-Terán ha tenido un interesantísimo ejercicio, en el magazine El Semanal, tenía una columna a medias, con Alfonso Armada, este escribía desde Nueva York, y Gonzalo le contestaba desde Guinea Conakry; realmente han tenido paginas memorables.
Os traigo, su despedida, sencillamente maravillosa, y con certeras y bellas reflexiones:

Hasta Pronto
Por Gonzalo Sánchez-Terán
Mañana me voy de Guinea. Hace ya más de tres años que llegué aquí y es tiempo de volver a la casilla de salida y ponerse a disposición del viento. Parte del trabajo que iniciamos cuando Soropogui, Gertrude, Mateo y yo nos instalamos en Kolouma después de los ataques de 2001 ha llegado a término, y la otra parte queda en manos mucha más capaces que las mías. Han sido años de espanto y belleza, de violencia y júbilo. No sé si a ti te pasa, pero algunas veces, en los brazos de una mujer o en las líneas de un libro o por un monte de encinas, entiendes que estas recorriendo uno de los ochomiles de tu vida, que desde allí ves más lejos, el aire es más claro y los horizontes se te acercan a los pies como animales sumisos. A mí me ha sucedido aquí. No por todas las paparruchas de postal que el embelesado racismo de los occidentales ha endilgado a África: sus paisajes, su misterio, su primitivismo. No, ha sido por las personas. El camino me ha obsequiado con la amistad de los guineanos, australianos, europeos, liberianos, indios, congoleses, estadounidenses, costamarfileños, seres humanos de los cuatro vértices del planeta que se afanan por compartir las dádivas de la tierra y los frutos de la inteligencia con quienes pueden menos, con quienes menos tienen, y llaman a esto justicia. También he conocido aquí a muchísimos cabrones de esos mismos lugares, mas pienso que son las obras maestras y no las mediocres las que al final definen a un creador, a una especie. Y yo llevo tres años paseando por el Ermitage del hombre.
Tampoco olvido el horror, fue demasiado. Que no te enga
ñen, el horror no es inherente a un país, a un continente, ha sido manufacturado, fabricado por gente como tú y como yo, y por gente como tú y como yo debe ser deshecho. El Nuevo Mundo aún está por descubrir: es hora de ir congregando a la tripulación.
Ésta será mi última carta. Perdoname si grité demasiado: no busqué otra cosa que mostrar el vínculo existente entre los de allí y los de aquí, convencido de que todos pertenecen la mismo pronombre, nosotros. Gracias por escucharme. Ojalá nuestros pasos vuelvan a cruzarse en alguna plaza del tiempo. Si es así, déjame invitarte a un café y seguiremos conversando.
Guinea Conakry, 24 de febrero de 2005

Gonzalo, es un poeta , pero además, o más bien, por eso mismo, lleva tres años en el triángulo Guinea, Liberia, Costa de Marfil, allí ha coordinado el formidable trabajo de los jesuitas, en una zona, en que como Penélope, hay que volver a tejer lo que la guerra, la sinrazón y el horror desteje todas las noches.
Hay esperanza mientras queden poetas.
Ahora, en la
casilla de salida y a disposición del viento, te deseo con todo mi corazón: Buena singladura, hermano.

“Lo que hace falta es que haya más gente que se especialice en lo imposible” Theodore Roethke


2005-03-09

Una gota lenta... que se mueve

“La espaciosa y triste España”... le decía Fray Luis de León (llevo dias Fray), pues bien, pues quien sabe si las cosas, definitivamente, se mueven, ayer Telecinco en su reportaje: junto con periodistas, politicos, y esa fauna variada “de siempre”, brillaban los comentarios de David de Ugarte, y Natalia Fernández, dos “chalados” representantes del movimiento Ciberpunk. Hoy Tetsuo nos cuenta su asistencia, junto con David, a la Cumbre en Madrid sobre democracia, terrorismo y seguridad ... en el epicentro, allí donde hay que estar, allí donde se están “cocinando” las ideas de nuestro mañana.

Vi el otro día “One million dollar baby”, me tiene deslumbrado, lo comentare más despacio, pero traigo dos frases, que muchas veces han sido reflejo de nuestro sentir:

“En el boxeo todo va al revés. A veces la mejor manera de dar un puñetazo es retrocediendo... pero has retrocedido demasiado y se ha acabado el combate”

“Si existe alguna magia en el boxeo, es presentar batalla mas allá de la resistencia, de las costillas fracturadas, de los riñones reventados, de los desprendimientos de retina. Es la magia de arriesgarlo todo por un sueño que no ve nadie más que tu”
“Un sueño que no ve nadie más que tu”... cuantas veces. Y sin embargo, hoy me habéis emocionado, hoy es un día alegre... sí, “una gota lenta”, pero firme:
“La paz es una gota lenta
que cae del velo matinal hacia donde canta el grillo
lo escucho desde el fondo de mi corazón” Yeats

2005-03-06

Como decíamos ayer...

Decíamos ayer... se ha quedado como frase recurrente de enlace después de pasado un largo tiempo. Muchos saben que la pronuncio Fray Luis de León, algunos saben que la dijo a sus estudiantes tras permanecer algunos años en la cárcel, pero ¿Qué le llevo a la cárcel?. Luis de León, había estudiado filosofía, hebreo, teología, etc. Era catedrático de Teología (cátedra Tomas de Aquino) en la Universidad de Salamanca, cuando la universidad era Universidad, Salamanca era Salamanca, y una cátedra de teología era una Cátedra de Teología. Pues bien en el Siglo XVI, a Fray Luis de León se le ocurrió el dislate de traducir a un castellano naciente y pujante el libro bíblico (hebreo naturalmente) del Cantar de los cantares. Es curioso comprobar que la Biblia ha sido el libro más prohibido, apartado y oculto de la historia de la Humanidad. En Latín no era muy peligroso, pero en castellano, la lengua del pueblo vulgar, realmente era incendiario:

Bajo la sombra deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar. Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mi fue amor. Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas; porque estoy enferma de amor
“Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”
Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, Porque mi cabeza está llena de rocío, Mis cabellos de las gotas de la noche. (...) Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, Que le hagáis saber que estoy enferma de amor
Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor (...) Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogaran los ríos
Sí, La Biblia. El Cantar de los cantares.

Y tan incendiario era, tantísimo, que puso en llamas los corazones de Juan de la Cruz, o Teresa de Jesús, y miles después de ellos. De hecho, el mismo Espíritu, que inspiro esos versos, pudo, gracias a Luis de León, decir en las voces de Teresa o Juan: Como decíamos ayer...

Pues bien, semejante atrocidad le llevo a ser juzgado y condenado por la Santa Inquisición... años después la misma Teresa de Jesús tuvo problemas con la misma, y hubo de dar explicaciones por su sospechosa oración personal. ¿Si era posible una oración personal que pintaba entonces tanta jerarquía, tanto palacio episcopal y tanta liturgia vacía?

Aquellos años de cárcel, como suele suceder, cuando el acero es de primera, forjaron el corazón de Fray Luis, y en lugar de apartarse de sus convicciones, se reafirmo y fortaleció, descubrió, que aquella llama de amor no podía ser apagada por el hombre, en ninguna circunstancia. Por cierto, yo pregunto ¿Y Por qué no le habrán hecho santo... o por lo menos, pedido perdón?, más bien siguió teniendo problemas con el santo oficio por seguir defendiendo, entre otras cosas, la primacía del texto hebreo contra la traducción, muchas veces inexacta, de la Vulgata Latina.

Mis motivos para estar apartado han sido bastante más prosaicos: primero un virus y luego un flemón, me han tenido alejado del teclado..., pero digo, espero, con idéntico espíritu: Como decíamos ayer...