2005-01-25

Poniendonos en marcha

Somos verdaderamente particulares, y es curioso ver los mecanismos, casi engranajes que nos ponen en marcha.
Llevaba tiempo guardando pequeñas notitas, apuntes, ideas en trocitos de servilletas, manchadas de café y sueños... para cuando me decidiera a empezar a ponerlas por escrito. El momento no llegaba.
Nuestros resortes son casi alquimia; en mi caso, ha sido una mezcla de 4 elementos, por favor, no me pidáis las proporciones, ni tiempos de cocción:

Una cita: “Los pensamientos se desenredan cuando pasan entre la punta de los dedos” de Dawson Trotman, tiene mucho de verdad, y aun añadiría que casi se desenroscan, se desperezan como gatos tras una siesta inoportuna.
Acontecimientos cataclísmicos, que no repetiré
El empujón de una desconocida, con su “por mi y por todos mis compañeros”... Eh! no estamos solos.
Y sobre todo, un mismo sentir al del joven Eliú, justificándose para contestar a Job:

“Por eso yo también responderé mi parte; también yo declararé mi juicio- Porque lleno estoy de palabras de palabras, y me apremia el espíritu dentro de mí. De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero, y se rompe como odres nuevos, Hablaré, pues, y respiraré; abriré mis labios, y responderé. No haré ahora acepción de personas, ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.
Porque no sé hablar lisonjas; de otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría”
Estimado Eliú... imposible expresarlo mejor.
Métase en la coctelera, sin olvidar recordar lo de Bond: “agitado, no removido por favor”