Menudas estrellas

La ví.
Tras dos decepcionantes primeras entregas de la trilogia I, esta sin duda es la mejor. Y digo que fallidas, porque Lucas no parecia darse cuenta de que todos hemos crecido, seguramente mucho más de lo que quisieramos. Recuerdo con horror aquella mezcla disléxica de caballo y lagartija de grandes orejas, que nos pretendian hacer pasar por gracioso. Por otro lado, nosotros teniamos nuestra parte de culpa, ibamos al cine a la caza de una quimera, perseguiamos el imposible de volver a la niñez.
En esta se ha "limitado" a hacer una trepidante y espectacular película (la verdad que los adjetivos se quedan cortos), desde luego que no es una obra maestra, estoy seguro que tampoco era la pretensión, pero te aseguro que te hara pasar dos horas largas pegado, boquiabierto, a la pantalla.
Y ya al final, inesperadamente... el "milagro", lo "imposible" allí delante, con un solo gesto, en apenas 30 segundos, la transición, ese futuro apuntado que tu ya conoces, y de improviso, en ese "flash back personal" (lo nunca visto en una pantalla de cine), vuelve a correr el año 78, tienes 11 años, y tu corazón y tu espíritu han sido sobrecogidos "en una galaxia muy lejana..."
La luz se enciende, y no puedes evitar descubrir el mismo brillo infantil, en aquellos "adultos" circunspectos que estaban sentados a tu lado.

Generación Piano Man

“Desde hace más de un mes un hombre de unos 30 años de edad se encuentra en un hospital inglés y parece haber perdido la memoria. No habla y no se sabe quién es, sólo se sabe que toca muy bien el piano y que probablemente es músico. El personal de la clínica lo llama 'piano man'.” Asi empieza noticia del el mundo

"(...) muestra signos de estrés y es probable que haya sufrido un fuerte trauma. Está muy asustado, sólo delante del piano vuelve a vivir", ha explicado el asistente social que sigue al joven.”

Y mucho más sobre el asunto.

Hay sucesos que cautivan la imaginación colectiva, que entroncan con lo más profundo de nuestro espíritu, asi pasa con el Quijote.

Tantos titulos absurdos se le da a esta generación X, Y ... creo más bien que estamos ante la “generación piano man”, que aparece sin que nadie sepa de donde, en la arena de una playa, mojada, sin “etiquetas” en su ropa; tan aparentemente perdida y desvalida en este mundo absurdo, y sin embargo, con una fortaleza interior, con un lenguaje que esta sociedad aun no es capaz de interpretar, solo a salvo delante de un teclado...

“todo es posible
sobre el teclado negro
los dedos bailan”
Daniel Bellón

Es sorprendente como la realidad, antes tan tenazmente “real”, va tomando un increible sesgo simbólico.
Y en ese contexto, vemos el despegue formidable del genero documental.
Victor Erice, hace una magnificas reflexiones en su articulo “A propósito de el cielo gira” (recogido integro en este magnifico blog sobre documentales) dice:

“Confirma una vez más, que al margen de su naturaleza, todo conjunto de imágenes y sonidos expuesto a la comtemplación de un espectador debe pasar por un proceso que le permita cobrar existencia como escritura cinematográfica. De no hacerlo, el resultado, por valioso que en ocasiones pueda ser, pertenecerá más al campo del periodismo, de la sociología o de la antropología que al del cine. ¿En que puede consistir ese proceso? Esencialmente, en la ritualización del tiempo y el espacio”

¿Qué pasa cuando la realidad, como en este caso, ya viene ritualizada?.

Ha sido presentado hace poco, “Limpiar Pescado, poesia reunida”, de Luis Muñoz, dice: “El poeta trabaja, como el pescadero que limpia el pescado, contra el tiempo. Tiene en sus manos un material que es la promesa de un alimento y de una descomposición”, y “piano man” me recordó este poema suyo:

“Y esperarás cansado, te aseguran,
muchas tardes morir en la ventana,
buscando en la memoria
ese tiempo feliz, siempre perdido,
esa estación dorada que tuviste
y que debe ser ésta, más o menos”

Tiempos deslumbrantes sin duda, en los que para interpretar la realidad, en lugar de periodistas, serán necesarios poetas... o pescaderos.
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