2005-01-30

El mayor vencimiento que desearse puede


El otro dia, me comentaban en la matriz de ciberpunk:
“Es una batalla desigual: de un lado red de gente sin instituciones (periodicos, radios, estado) detrás pretendiendo describir y aprender de un mundo nuevo. De otro, el cuerpo de una serpiente descabezada hace años que se niega a reconocer que su tiempo a pasado y sólo espera hacer daño antes de disolverse entre lo que nadie querrá recordar”
No me cabe duda, que la batalla es desigual..., de hecho, creo que no tienen ninguna oportunidad, y no me cabe duda que regresaremos vencedores.
Con el regreso a la aldea, termina Cervantes las aventuras del hidalgo Quijano, Sancho exclama:
“Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado. Abre los brazos, y recibe también a tu hijo Don Quijote, que si viene vencido de los brazos ajenos, viene vencedor de sí mismo; que según él me ha dicho, es el mayor vencimiento que desearse puede...”
El otro dia decía, que faltan superheroes, ... pero ¡Cuantos Alonsos Quijanos necesitamos!. Él sí, él es “my hero”.

2005-01-27

"Asquerosos judios" I


Hoy es el 60 aniversario de la liberación del Campo de Auschwitz. ¡NUNCA MAIS!
Vi el otro día, en el ByN cultural la reseña magnífica de Mercedes Monmany, del libro: “Oh vosotros, hermanos humanos” de Albert Cohen. Editorial Losada.
No he leido nada de él, autor en lengua francesa, genial por lo visto, tiene una seria de libros (conocido como “gesta de los Solal”) sobre el pueblo judio, donde está la considerada su obra maestra “Bella del Señor”.
En este día, traigo su conmovedor testimónio:
(...) “Publicada en un esbozo primero en 1945 en la revista “France Libre” con el titulo “diario de de mis diez años”, hasta que mucho más tarde, en 1972, adquirió la forma y el título actual, esta obra nos acerca a un hecho fundamental y triste, de gran repercusión para la experiencia posterior del escritor que seria un día Albert Cohen. Es algo muy conocido por algunos y el gran escritor ruso de origen judio Isaak Bábel, ya definió con el concentrado laconismo que le hizo célebre: “Si escribiera mi autobiografía la titularía Historia de un adjetivo” Un pasaje aterrador (un adulto insultando violentamente a un niño, sin provocación previa, por su sola presencia), un momento iniciático para todas las tragedias posteriores, un antes y después de revelación inesperada para la vida que comienza y para la inocencia aún adormecida en el seño o paraíso de la pura inocencia confiada. Un niño, Albert Cohen, en el día de su décimo cumpleaños, mientras su madre le espera en casa con la tarta de cumpleaños, sin el calor y comprensión de los suyos que le aman, se acerca tranquilo, embelesado y curioso a la algarabía callejera montada por un buhonero que vende unas varillas mágicas para limpiar las manchas. Tímidamente alarga su mano con unas monedas, quiere tener tres de esas varillas. Pero la violenta respuesta inagurará y desvelará una condición hasta entonces, si no ignorada, no vista como algo que lo hace a él digno de ser destestado o excluido de una marea humana y social que se detenta con exclusividad: “¡Vaya! ¿Eres un judío, verdad? [...] ¿eres un asqueroso judío, verdad?, lo veo en tu jeta, ¿no comes cerdo, verdad? como los cerdos no se comen entre sí, ¿eres avaro, verdad?, lo veo en tu jete...” El resto que sigue, por sabido, oido o leido, es de imaginar. “A ese pequeño tonto que seguía a cualquier general francés que encontrara por la calle [...] A ese pequeño, poseído de un loco capricho sagrado por Francia, aquel buhonero le maldijo con la extranjeridad, le envío para siempre a un invisible campo de concentración, un campo en miniatura, lo sé, un campo del alma solamente”, dirá el narrador “ya viejo, tan cerca de mi muerte” que es Cohen rememorando aquella escena eterna y congelada de la infancia. Una escena que aquel día lo enfrentaría para siempre a su pertenencía más profunda e imborrable, a su condición de niño judío, distinto y rechazado por los que no lo son y quieren que lo sea a solas, sin extraños. Cohen no se hace ilusiones, no pide igualdad en la vida, sabe perfectamente que un “estéril amor a lo largo de dos mil años no ha impedido ni las guerras y sus matanzas, ni las hogueras de la Inquisición, no los pogromos, ni el enorme asesinato alemán”.
Él, a pesar del discurso antisemita, o acrecentado por ello mismo, serguirá siendo, como se desprende de cada una de sus obras (y que muy bien ha resaltado Esther Bendahan en su prologo), “un mendigo de amor”, portador de un estigma que provoca el odio y que sin embargo responde tan sólo “relatando su dolor”. Un mendigo que ruega a sus “hermanos humanos” que le niegan entonces y que le seguirán negando, que al menos reconozcan su parentesco idéntico en el momento final que siempre parece ignorarse: ser hermanos en la muerte: “Que esta espantosa aventura de los humanos que llegan, ríen, se mueven, y luego de repente ya no se mueven, que esta catástrofe que les espera no les haga más cariñosos y compasivos los unos con los otros, resulta increíble”

"Asquerosos judios" II

Hoy ABC, publica en su tercera el magnífico artículo de Enrique Múgica Herzog: Kadish en Auschwitz, os recomiendo su lectura completa, pero os traigo la parte final:

“[…] Quien se siente hijo de madre judía no deja de pensar un solo instante, consciente o inconscientemente, en Auschwitz. Y pensar así en Auschwitz tiene como consecuencia necesaria pensar el mundo de una manera determinada. Pensarlo, en primer término, como el teatro de operaciones de la misma condición humana. Si los campos han tenido una repercusión tan trascendente y tan intensa, ha sido precisamente porque mediante su nefasta experiencia han logrado sobrepasar los límites de lo imaginado en torno a la capacidad del ser humano para rebajarse en el ámbito de lo abyecto. Y téngase presente que sólo a partir de 1961, con ocasión del proceso Eichmann, comienza a revelarse en toda su crudeza el alcance del holocausto. A partir de ahí, y de ciertos trabajos posteriores, los descendientes de quienes estuvieron en los campos comienzan a convertirse en «militantes de la memoria».
Este punto de despegue sirve también para apuntar la trascendencia de lo judío y su especial significado respecto de lo humano. De lo sencillamente humano. Se ha dicho, y con razón, que desde Auschwitz ya nada puede ser igual, y esto afecta a toda persona humana. Nos afecta a todos los hombres y mujeres del planeta, porque Auschwitz deja al descubierto el mecanismo de producción del horror desnudo. Desde ese mismo momento, se revelan en toda su crudeza las profundidades del mal que acechan al corazón del hombre.
Hace unos días, el cardenal Lustiger, arzobispo de París, con motivo de su participación en la Asamblea General del Congreso Mundial Judío, acertó a resumir la herencia del pueblo judío en Europa. «Siempre marginado, pero nunca lejos del centro -subraya Lustiger-. Casi siempre perseguido, pero nunca verdaderamente desaparecido». Y añade: «Puede decirse sin exageración que la conciencia europea ha quedado profunda e íntimamente marcada por la presencia de los judíos (...). ¿Cómo podría pensar Europa su futuro si desconociera la parte de su cultura que se debe a la presencia de los judíos en su seno?». No en balde la madre del cardenal, también judía, murió víctima de la deportación.
Desde otra perspectiva más cercana, con la madurez de la conciencia y la recuperación de las propias raíces, una vez conseguida la normalidad democrática en nuestro país, se me han hecho más admirables y más ejemplarizantes los modos de
enfrentarse al mundo propios de mis antepasados judíos. La tolerancia, no desprovista jamás de firmeza; la vocación incesante por el estudio y el perfeccionamiento intelectual, en una sed incesante de saber; el amor, casi exagerado, por el libro y la cultura escrita, o la confianza sin reservas en el círculo familiar y de los amigos, son algunas de las características de ese comportamiento que a cada momento, me parece más necesario.

Por último, es preciso notar que, procedentes de las pavesas de Auschwitz, no dejan de llegarnos todavía partículas fertilizadoras y estimulantes. Y no sólo por medio
de los impresionantes testimonios de quienes sufrieron en sus carnes el rigor y la humillación de los verdugos: Primo Levi, Jean Améry, Elie Wiesel, Imre Kertész o Jorge Semprún, entre una pléyade numerosísima. También el sencillo y eficaz «nunca más» de los supervivientes quería ser un testimonio desesperado ante quienes habían quedado fuera para que participaran en la difusión de la tragedia y trataran de evitar hechos parecidos en el futuro. Hoy día, ese «nunca más» forma parte de un patrimonio humano común y resulta aplicable a otras formas actuales de terror que, aun incomparables con la magnitud de la Shoah, siguen salpicando de horror nuestra convivencia.”



Pero mirad esto, lo que Múgica define como admirables y ejemplarizantes “modos de enfrentarse al mundo propios de mis antepasados los judios”:
1.“Tolerancia, no desprovista jamas de firmeza”
2.“Vocación incesante por el estudio y el perfeccionamiento intelectual, en una sed incesante de saber”
3.“El amor, casi exagerado, por el libro y la cultura escrita”
4.“La confianza sin reservas en el círculo familiar y de los amigos”

Añádase al punto 3, “pasión por la información libre”, y al 4 “y su capacidad para producir y catalizar cambios profundos” y casí tenemos un “Credo”

2005-01-26

La Pastilla Roja


Hoy me han "linkado" en La matriz , de mis estimados ciberpunk ... y sí, "inexcrutables son los caminos del Señor" ;-)
En cierto sentido me ha dado la sensación de vértigo "pastilla roja":
Este es tu última oportunidad. Después de esto, no hay vuelta atrás. Si tomas la pastilla azul la historia termina. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creer. Si tomas la pastilla roja estarás en el País de las maravillas y te enseñaré cómo de profunda es la madriguera del conejo. Recuerda que todo lo que te estoy ofreciendo es la verdad. Nada más. The matrix.
Gracias a vosotros.
Por cierto la pastilla de la ilustración es del libro "La Pastilla roja", "software libre y revolución digital" de Alfredo Romeo y Juantomás García (Editlin), se lo recomiendo a todo el que quiere saber más sobre uno de los más fascinantes movimientos de los ultimos tiempos: software libre. Tienen tambien un magnifico blog , donde tienen algunos capítulos liberados.

Catalizadores vs Inhibidores

Ambos elementos químicos que influyen en una reacción, los catalizadores la aceleran y favorecen, los inhibidores la impiden.
Estoy leyendo el magnifico curso sobre “analisis de redes sociales” en “fascículos” de David Ugarte, lo recomiendo.
Este concepto de catálisis, es extraordinariamente sugestivo, a mi juicio, bastante más que los modelos matemáticos, fluidos e incluso de virología. No dejeis de echarle un vistazo a esto. Está, además, muy relacionado con el concepto de “umbral de rebeldía”, tal vez la simple existencia de “catalizadores” rebaje el umbral de rebeldia, fijaros: “un catalizador ejerce su función disminuyendo la energía de activación” (interesante). Desde luego creo que tiene mucho que ver con nuestro papel en “la matriz”, que dá hasta para el desarrollo de un modelo... Seguire con ello.
Por otro lado, creo que la función del catalizador no es ni pelearse, ni discutir con el inhibidor, no creo que se trate de ver quien organiza la “mejor turba” (turbas tradicionales vs. ciber turbas... ¿y qué tal sin turbas?). Lo importante es la “reacción química”, conviene no perderlo de vista cuando la temperatura sube en “el matriz”

2005-01-25

Abre los ojos


Curiosos estos tiempos en que nos ha tocado vivir, estos “días malos” en que nada es lo que parece. Toda parece lo que no es, disfrazado, escondido bajo 7 velos, como en muñecas rusas sin fin.
Recuerdo lo fascinante que me pareció “American beauty” precisamente por esa crítica descarnada a nuestra “civilizada civilización”, pero mediante ese juego de espejos deformes, en el que todo estaba invertido: la pareja de gays, eran los representantes de la familia típica “american way”: participativos, preparando pasteles a los recién llegados, y dando consejos de jardinería; el recto militar, un homosexual reprimido; la felicidad tras la plancha de un burger, sin responsabilidad; y el traficante de drogas: un místico.
Que maravilla aquella secuencia de la bolsa de plástico, llena de belleza y profundidad, que él ha grabado, y que parece tener vida y voluntad propia. (cuando mi blog sea mayor pondré aquí un enlace y se abrirá la pantallita (no la de microsoft!) y se verá... que estupendo las cosas que se podrán hacer, que ya se pueden hacer)
Y todo esto viene, porque ¿Que te parecería si te dijera que a lo mejor, solo a lo mejor, los “artistas” indignados con la “piratería” son, en su mayoría, unos “vendidos” a una industria impresentable en sus formas y en su fondo? ¿Que te parece si te dijera que los hackers tienen una ética sólida, y que son de los últimos en la linea de defensa de tu libertad; detrás de ellos, la nada? ¿Y si te digo que, que a lo mejor solo a lo mejor, donde tú estas viendo “gratis” ellos quieren decir “libre”? ¿Y si te dijera que tras el software libre se encuentra uno de los movimientos más deslumbrantes que ha visto la humanidad en las ultimas décadas? ¿Y si te digo que ya hay gente poniendo las semillas de lo que será la sociedad-red, que arde ya como un fuego sin oxigeno, agazapado?
Puede que todo esto sean chorradas... pero te sugiero, que antes de conformarte con la “historieta” manida, maniquea y sobre todo interesada, profundices un poquito. Mira a tu alrededor.
Abre los ojos.

Los "gurus" economist... Pues va a ser que no.

Según publicaba ayer ABC "The economist cree que es un error que las empresas destinen fondos y esfuerzos a la responsabilidad social”...
¿Se enterarán algún día de lo que está pasando? No vivimos en un mundo de mercados maduros, entramos en un mundo de consumidores maduros... que es sustancialmente distinto. Aquí ya no se trata de los que diga la otrora “biblia” del capitalismo más ortodoxo, se trata de que los “mercados son conversaciones” (cluetrain manifiesto), se trata de lo que nosotros decidimos, que compramos y porqué, y cada vez somos más y más. Y o mucho cambian las cosas, o entre lo que piensan y defienden los editorialistas del Economist, y lo que piensan y defienden los usuarios, los consumidores, os aseguro que las empresas lo van a tener claro... ¿Porque cuanto papel higiénico podrán consumir todos los redactores del Economist... vale, incluyendo los becarios, pero naturalmente, sin uso de sus editoriales? ... pues eso. “La economía, estúpido” parece mentira que haya que recordárselo a los “economist”.

Poniendonos en marcha

Somos verdaderamente particulares, y es curioso ver los mecanismos, casi engranajes que nos ponen en marcha.
Llevaba tiempo guardando pequeñas notitas, apuntes, ideas en trocitos de servilletas, manchadas de café y sueños... para cuando me decidiera a empezar a ponerlas por escrito. El momento no llegaba.
Nuestros resortes son casi alquimia; en mi caso, ha sido una mezcla de 4 elementos, por favor, no me pidáis las proporciones, ni tiempos de cocción:

Una cita: “Los pensamientos se desenredan cuando pasan entre la punta de los dedos” de Dawson Trotman, tiene mucho de verdad, y aun añadiría que casi se desenroscan, se desperezan como gatos tras una siesta inoportuna.
Acontecimientos cataclísmicos, que no repetiré
El empujón de una desconocida, con su “por mi y por todos mis compañeros”... Eh! no estamos solos.
Y sobre todo, un mismo sentir al del joven Eliú, justificándose para contestar a Job:

“Por eso yo también responderé mi parte; también yo declararé mi juicio- Porque lleno estoy de palabras de palabras, y me apremia el espíritu dentro de mí. De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero, y se rompe como odres nuevos, Hablaré, pues, y respiraré; abriré mis labios, y responderé. No haré ahora acepción de personas, ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.
Porque no sé hablar lisonjas; de otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría”
Estimado Eliú... imposible expresarlo mejor.
Métase en la coctelera, sin olvidar recordar lo de Bond: “agitado, no removido por favor”

2005-01-24

Hora de desempolvar las barrigas


Si alguna vez creíste que podíamos cambiar el mundo.... ¡quien se acuerda!, ¿Pero alguna vez tuve esos años? ¿Has visto que foto?
-¡¿Como rayos pude ponerme esa camisa?!
Bien... Pues ve desempolvando la barriga, porque van a hacer falta unos cuantos “superheroes” como tú.
El otro día pensaba: cuantas veces esa increíble sensación de "nos vamos a comer el mundo"..., y no podía, viendo mi candidez, sino dar gracias a Dios, por que el mundo no me había comido a mi... y aunque parezca increíble, aquí estamos otra vez, ¿No oyes el "run-run"? estamos a las puertas, alrededor de los muros que sabemos que caerán. Y esta vez, desde las atalayas, como los que pasaron primero, os lo anunciamos: "os comeremos como pan".

Somos Mercurio

Algunos diran que somos “borregos”, gregarios, manadas...., y todo ello lo diran desde su “atalaya”, desde la autosuficiencia, desde la soberbia, desde el “yo todo lo puedo”.
Pues yo no, no lo puedo todo... no solo, sin duda prefiero with a little help from my friends.
Recuerdo cuando era niño, como me gustaba cuando se rompía un termometro... (no pocas lo rompí yo mismo), lo ponía en una cajita pequeña; me encantaba contemplar aquella peculiar atracción, esa tendencia inquebrantable a ser uno... era hermoso cuando lo revolvias y se convertian en decenas de minúsculas gotitas, pero que fascinante cuando se juntaban, y formaban esa perfecta bola de mercurio... plata liquida. Hermoso.
Unos os dirán que estamos hechos de H2O, otros, los más “científicos” que de Carbono; de aire, dirán los etereos... me gusta aquella canción “somos de aire” ¿De Sole, la de Presuntos implicados?. No os dejeís engañar, no los oigaís siquiera... os aseguro que estamos hechos de mercurio.... somos mercurio. Hermoso.
Voy a la despensa, a ver si encuentro la “caja de las medicinas”... hace mucho que no rompo un termometro.
Con mis preocupaciones “cataclísmicas” no te he saludado... Me encantará reconocer tu voz, allí donde la escuche, estoy seguro que reconoceras la mia... somos mercurio.

2005-01-23

Cojo la vez

Si hay Justicia, y no me cabe duda que la hay, un día seremos preguntados: “¿Y tú, qué hacías entonces?”.
He estado demorando empezar mi blog... pero acontecimientos cataclísmicos han hecho mudar mi naturaleza perezosa hasta llevarme al “terreno de la acción”, en cierto sentido esto del “blogging”, o es un “activismo” o no es nada.
Ayer, ví, con estos ojitos que se han de comer la tierra, que a la “joyeria” del carrefour le habian colocado un contador electrónico de vez, si de esos que tienen también en las carnicerias... un “coja su turno” con “papelito” numerado para comprar pulseras y anillos bañados en oro. Una cola como en el pan... ¿!!?, y la pregunta: ¿Le sorprenderá a alguien?.
Por si eso fuera poco, hoy al comprar el periódico, en la “multienda” en que se ha transformado mi kiosko, he visto que han sacado una figurita de David Bisbal, si, de esas de plastico “made in China” al más puro estilo merchandising star wars o señor de los anillos, vamos, como si el Bisbal fuera un heroe de la Marvel... ¿Pero, por caridad, cuales son sus superpoderes? Bien es cierto que lo han “inmortalizado” con el brazo levantado en ese escorzo previo a su “multivuelta”... pero ¿Es acaso la multivuelta un arma contra el mal? ¿Le han preocupado alguna vez a Bisbal o a Chenoa los supervillanos?... Cuantas horas de superheroes... mi preferido, sin duda, Spiderman, y que poco lo reconozco en su adaptacion al cine, ¿Donde está aquella socarroneria, que no perdía ni en lo más duro de la pelea con Dr. Octopus? Que buenos recuerdos de aquel tipo picado por una araña radioactiva, que me ayudo a creer que uno podia enfrentarse a lo más cruento de la batalla sin perder la sonrisa.
Y aquí estamos unos lustros despues... decidido a emprender ruta, empujado por dos cataclismos: un “coja su turno” en una joyeria, y el muñequito de Bisbal... Verdaderamente la batalla se está poniendo dura, va siendo hora de poner en practica lo aprendido del bueno de Parker.
¿Y tu que haciste el dia que viste el muñequito de Bisbal?... un dia alguien te lo preguntará.
Os he de reconocer que tambien ha pesado en mi animo “por mi y por todos mi compañeros”... creo que eso tiene el peso suficiente para inclinar la balanza de nuestra pereza... Yo me sumo tambien: POR MI Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS. Gracias, desconocida Maria.